Entre errores y divisiones, una luz de esperanza para la Argentina

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Juan Bautista Alberdi escribió en su tiempo una columna titulada “130 años sin aprender nada”, con una vigencia que aún sorprende cada vez que nos ponemos frente a ese texto y nos llena de nostalgia y de tristeza por las oportunidades perdidas en nuestra querida República.

Pero hace 253 años, nacía en la ciudad de Buenos Aires, uno de los hombres más brillantes que ha tenido nuestra tierra el general Manuel Belgrano. Muchos quienes seguimos su legado consideramos que junto a José de San Martín son los dos grandes padres de la patria.

El Belgrano militar ,quien gracias a su amor por la patria y su firme convicción de no dejar abandonado a los pueblos del norte, luchó en las batallas de salta y Tucumán, fue el ingeniero del un hito  histórico como fue el éxodo jujeño, y gracias a él,  hoy las provincias del norte son Argentinas.

Recordemos que a los unitarios solamente les importaba que el enemigo no pasara de Córdoba, les importaba cuidar sus intereses y negocios y no la integridad territorial de nuestra patria.

Belgrano nació en una de las familias más ricas e importantes de aquel tiempo, murió en la extrema pobreza en la misma casa que lo vio nacer. Porque él tenía la convicción de que debía luchar por la prosperidad de las futuras generaciones. No le interesaban ni los lujos, ni el poder, ni el dinero, sino una nación próspera, igualitaria, sin pobreza y con un pueblo pujante viviendo en plena libertad.

Él sabía, lo plantea en su autobiografía, que no iba a ver germinar esas semillas qué  había plantado a lo largo de sus 50 años de vida. Pero estaba convencido, como muchos lo estamos que algún día esas semillas iban a germinar en el pueblo argentino, y ese legado se transformaría en una realidad para la felicidad de nuestro pueblo.

En tiempos de campañas electorales, de marketing político y múltiples candidatos que buscan dinero para las campañas y los votos de la gente para poder ganar las elecciones en medio de promesas en muchos casos imposibles de cumplir, y en otros a sabiendas que se tratan de meros populismos para intentar seducir o en otros casos engañar el electorado. El legado Belgrano trasciende absolutamente las divisiones entre los argentinos Y propone soluciones concretas si mentadas en la razón, la honestidad y el amor por la patria.

Es fundamental, en mi opinión, que esas ideas, esas propuestas, tan concretas para resolver los problemas de los argentinos sean conocidas por cada familia y en forma concreta.

Porque Belgrano no fue solamente el creador de la bandera y de la escarapela, sino el creador del documento más potente que tenemos hoy en vigencia los argentinos y me refiero a su legado patriótico.

Por ello es imprescindible que quienes quieren dirigir los destinos de nuestra República conozcan y consideren en profundidad el pensamiento Manuel Belgrano, y por supuesto el del Libertador general San Martín. Sin legado no hay futuro porque es la esencia de nuestra patria.

Que plantea Belgrano en su legado

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No es mi intención brindar aquí una clase de historia, para ello hay grandes historiadores y docentes que cada día realizan esa labor patriótica y estratégica.

Solamente quiero contarles, a mi entender, el mejor de los argentinos, como nosotros los llamamos, llevan el Pilar de su pensamiento que la educación es el estandarte para lograr la libertad del pueblo.

Es una herramienta neurálgica para que los ciudadanos puedan avanzar intelectualmente igual las realidades de otra forma, para no caer en él sometimiento de quienes quieren nivelar para abajo para controlar nuestros pensamientos y nuestras vidas.

La educación nos da la posibilidad de aprender profesiones oficios, lidiar en estos tiempos con los cambios tecnológicos que avanzan sin pausa, poder reflexionar y elegir sin condicionamientos, ni sometimientos ni extorsiones.

Que tiene un oficio una profesión, adquirida a través de El conocimiento, el legado de los padres, la escuela, las universidades, le brindan una salida laboral y oportunidades de poder salir al mundo para elegir como uno quiere vivir sin depender de señores que nos señalen con una vara al lugar a donde tenemos que ir y lo que tenemos que hacer.

Belgrano vio el sometimiento de los pueblos, subsumidos a la pobreza y la indigencia, atrapados la necesidad, en la falta de educación y de información. Luchó por eso, donó todo su dinero para dotar escuelas y como periodista luchó por la libertad de prensa y la libertad de expresión.

Si el pueblo no puede expresarse libremente se subsume al arbitrio de los dictadores. Si el pueblo no puede acceder a la información y a las noticias de lo que ocurre alrededor, situación que ocurría en la época del general Belgrano en tierras feudales, no tiene la posibilidad de merituadas alternativas para vivir mejor.

Salvando las distancias, en uno de los países más cerrados del mundo como es Corea del Norte, por ejemplo, las autoridades no solo adoctrinan a la población si no le restringen todo tipo de información del exterior, y le inyectan información falsa y tergiversada en muchos casos. A riesgo de muerte por el querer saber.

El general no se quedaba en la retórica, y claramente la educación si bien es un Pilar fundamental, para poder vivir hay que generar riqueza. Para ello es imprescindible la alianza entre el campo – motor de la economía nacional-, la industria y el comercio.

Consideraba que los monopolios generaban reglas de juego nefastas para la población, ya que no le daban alternativas de crecer y los sometían con una vara cada vez más baja.

Contemporáneo a George Washington, coincidía que los pequeños y medianos comerciantes e industriales debían propulsar la riqueza y el crecimiento para generar diversidad de oportunidades. Dicho de otra forma, desde el estado no no debe pisarse la cabeza de los emprendedores, de los comerciantes, de los labradores, y toda persona que quiera progresar. Sino brindar las herramientas para que puedan desarrollarse en libertad y así hacer crecer a nuestra patria.

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En el tiempo que estuvo a cargo del consulado de Comercio dejó en sus memorias anuales de puño y letra, sus ideas para potenciar la economía de nuestra tierra, que de aplicarse hoy día la realidad sería absolutamente distinta y muchos problemas económicos que viene sufriendo la población estarían resueltos.

Creó la escuela de náutica, la escuela de dibujo, la de geometría, impulsó el análisis profundo de nuestra tierra con el concepto claro que debemos conocer nuestros recursos, nuestros límites y así trazar un proyecto económico a mediano y largo plazo.

Belgrano no pensaba en parches electorales para ganar, la siguiente elección, sin un proyecto de país sin divisiones ni oportunismos, y que perdure en el tiempo fortaleciéndose día a día.

El valor del esfuerzo y del trabajo eran considerados por Belgrano como una herramienta estratégica para poder avanzar frente a los corruptos y oportunistas que no querían que nada cambie para seguir beneficiándose en forma personal de la injusticia.

Los años pasan y continúan las divisiones, las marchas y contramarchas y el proyecto de país que nos propusieron San Martín y Belgrano aún quedan pospuestos frente a otros intereses.

Cuando nos dice que la Unión es todo y la desunión es la ruina de los pueblos, es el claro reflejo de la realidad que estamos viviendo.

En resumidas cuentas, si queremos realmente salir adelante como nación no hay otro camino que seguir su legado y a los argentinos que le toque administrar El País a través del Poder Ejecutivo o representarnos a través del Congreso nacional deben seguir una ruta sin interferencias ni divisiones, dejando de lado su ambición acumulativa de poder e intereses personales. Recordemos que son ciudadanos como todos nosotros, a los que el pueblo a través de un sistema democrático les da la posibilidad y el honor de representarnos y deber responder con responsabilidad y patriotismo.

A lo largo de la historia, perdimos mucho tiempo en divisiones, en guerra sin sentido, perdimos muchas oportunidades de crecer y desarrollarnos como nación como así también la felicidad de muchas familias.

En el siglo 21 estamos en un punto de inflexión, o decidimos ser una nación próspera con oportunidades para su pueblo y tras ser un proyecto de país productivo e industrializado, insertado en El Mundo como planteaba Manuel Belgrano, o vamos a comenzar un proceso de involución donde la miseria y la injusticia será la dominante.

Se necesita de esos buenos ciudadanos, a los que mencionó Manuel Belgrano en su lecho de muerte, esos buenos ciudadanos que remediarán sus desgracias para comenzar una etapa de luz y prosperidad en nuestra querida República Argentina.

Diego MIgliorisi

Diego Migliorisi

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200 sin aprender nada. Con una luz de esperanza para la Argentina.200 sin aprender nada. Con una luz de esperanza para la Argentina.200 sin aprender nada. Con una luz de esperanza para la Argentina.200 sin aprender nada. Con una luz de esperanza para la Argentina.200 sin aprender nada. Con una luz de esperanza para la Argentina.200 sin aprender nada. Con una luz de esperanza para la Argentina.200 sin aprender nada. Con una luz de esperanza para la Argentina.200 sin aprender nada. Con una luz de esperanza para la Argentina200 sin aprender nada. Con una luz de esperanza para la Argentina200 sin aprender nada. Una luz de esperanza para nuestra patria.

Aún tenenos una luz de esperanza. Argentina entre errores y fracaso tiene una luz de esperanza. Mas alla de los errores tenemos una luz de esperanza.Aún tenenos una luz de esperanza. Argentina entre errores y fracaso tiene una luz de esperanza. Mas alla de los errores tenemos una luz de esperanza