La neutralidad no existe en balotaje: Cúales son las 5 consecuencias electorales de no participar

La neutralidad no existe en balotaje: Cúales son las 5 consecuencias electorales de no participar

La neustradidad cuando enfrentamos un escenario de segunda vuelta es un simple deseo de comodidad , pero la realidad es que no existe.
La Argentina en elecciones presidenciales esta a punto de experimentar el segundo balotaje en todo su historia. Para muchos votantes es una decisión difícil , donde se pone a prueba no solo la fortaleza de nuestras instituciones sino también el compromiso cívico de cada ciudadano.

Es común escuchar que algunos electores se declaran “neutrales” ante un escenario de segunda vuelta electoral, afirmando que no definen por ninguno de los dos candidatos que se presentan. No obstante, esta pretendida neutralidad no es más que una ilusión, un espejismo que se disipa ante la cruda realidad de la política práctica.

La neutralidad, definida como la ausencia de apoyo o rechazo hacia una opción, es una posición cómoda pero engañosa. Quienes la defienden como un derecho inalienable del ciudadano no reconocen que su ejercicio, lejos de ser un mero acto de abstención, tiene repercusiones tangibles.

La neutralidad no existe en balotaje. Las 5 consecuencias electorales de no participar.

Cuando el elector elige no votar, votar en blanco o impugnar su voto, está, de hecho, inclinando la balanza a favor del candidato que cuenta con más apoyo explícito, aquel con mayor maquinaria electoral y mayor capacidad de fiscalización.
Esto no implica que dicho candidato – el mas poderoso- sea necesariamente la mejor o la peor opción, sino que es el pragmatismo político el que rige esta dinámica.

El propósito de este artículo no es incidir en la dirección de tu voto, sino despertar la consciencia de que la neutralidad, querámoslo o no, siempre favorece a alguien.

La disyuntiva de la segunda vuelta no es una elección entre dos opciones ideales, y puede que ninguna convenza plenamente al elector. Sin embargo, la realidad es inapelable: tanto por acción como por omisión se produce un efecto que beneficia a uno de los dos contendientes.

Cuando el país no admite tibieza

la neutralidad no existre
En momentos donde el país se juega su futuro en las urnas, no es admisible que los ciudadanos desvíen la mirada. Votar es asumir una postura, es jugarse por una opción, pues la próxima oportunidad solo llegará en cuatro años, un periodo que en el contexto de Argentina puede resultar una eternidad.
Recordemos que figuras trascendentales de nuestra historia, como San Martín y Belgrano, no fueron neutrales en momentos decisivos. Originarios del Imperio Español, optaron por defender a su pueblo en la búsqueda de la independencia y la libertad. Su ejemplo es un testimonio elocuente de la importancia de posicionarse y actuar según las convicciones propias.

La enseñanza de Belgrano para la democracia actual


La visión de Manuel Belgrano sigue siendo relevante cuando afirmaba que la prevención de la miseria comienza con la acción en sus orígenes, y esto se aplica también al ámbito político. El estudio del pasado nos instruye sobre cómo actuar en el presente y prepararnos para el futuro. La apatía y el miedo son enemigos de la acción y solo sirven para perderlo todo, palabras que resuenan en cada acto electoral.

Participación ciudadana: el antídoto contra la erosión democrática

La neutralidad no existe en balotaje. Las 5 consecuencias electorales de no participar.

La participación activa de los ciudadanos es el cimiento de la vida democrática. Sin ella, corremos el riesgo de caer en populismos autoritarios o en democracias debilitadas, meras fachadas de un régimen que no sirve a su pueblo. Cuando uno decide no elegir, está dejando que otros elijan por él. Por lo tanto, en la segunda vuelta electoral, la neutralidad no existe. No votar, votar en blanco o impugnar el voto es en sí mismo un acto de definición política, y por ello, el resultado también será responsabilidad de ese ciudadano.

Es importante destacar que cada voto o la ausencia del mismo tiene peso en la balanza democrática. Es crucial que todos los ciudadanos comprendan el impacto de sus acciones o inacciones y actúen en consecuencia.

La democracia argentina no solo se construye con los votos emitidos, sino también con aquellos que nunca llegan a depositarse en la urna. En un balotaje, cada gesto cuenta, y la neutralidad es una postura que, aunque legítima, finalmente juega a favor de una de las opciones en contienda.

Diego Migliorisi

Por Diego Migliorisi

Abogado. Magister en comunacacion política y electoral. Corredor inmobiliario. Analista político. Especialista en vivienda , seguridad y altas tecnologías. Director de 1770 Argentina Manuel Belgrano. Miembro de la Federacvion inmtermaciana de abogados. Fundador de AALCC y análisis&Tendencias.

Ver también:

Manuel Belgrano: El camino de la libertad 2024

Defensa de la propiedad privada en Argentina 2023

Realidad Política Argentina 2023: El Descontento Popular

Silenciados pero no Callados: La cultura de la cancelación 2023

Libertad de expresión en Argentina 2023

 

La neutralidad no existe en balotaje: Cúales son las 5 consecuencias electorales de no participar.La neutralidad no existe en balotaje: Cúales son las 5 consecuencias electorales de no participar.La neutralidad no existe en balotaje: Cúales son las 5 consecuencias electorales de no participar.La neutralidad no existe en balotaje: Cúales son las 5 consecuencias electorales de no participar.La neutralidad no existe en balotaje: Cúales son las 5 consecuencias electorales de no participar.La neutralidad no existe en balotaje: Cúales son las 5 consecuencias electorales de no participar.La neutralidad no existe en balotaje: Cúales son las 5 consecuencias electorales de no participar.La neutralidad no existe en balotaje: Cúales son las 5 consecuencias electorales de no participar.La neutralidad no existe en balotaje: Cúales son las 5 consecuencias electorales de no participar.